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Hoy me han hablado de una técnica japonesa para liberar el estrés mediante movimientos de las manos llamada “jin-shin-jyutsu” y me he acordado de este libro. ¿Serán técnicas parecidas? Lo miraré a ver.
ReplyHola Víctor!
No conocía esta técnica (arte) japonesa. Gracias por tu aportación. Siempre se aprende algo.
No, creo que no tiene nada que ver con los mudras. Por lo menos en tanto en que la finalidad es diferente: mudras son gestos cuya finalidad es más bien mística (también con unos efectos beneficiosos a nivel puramente fisiológico) y jin-shin-jyutsu (según entendí de lo que encontré en internet) es cierta manipulación de las manos con la finalidad de “sanar” al ser humano.
Por cierto la última parte del nombre, “jyutsu”, se parece mucho a la coletilla de artes marciales japoneses como ju-jutsu, aiki-jutsu, batto-jutsu,iai-jutsu etc. cuyo significado indica que son procedimientos de combate. En otras palabras son artes de aniquilar al adversario en el campo de batalla de la mejor y más rápida manera posible. A diferencia de “do”, como en judo, aikido, karate-do, iaido y otros muchos “do’s” que indican que son “caminos” de crecimiento interior a través de las artes marciales antes que unos procedimientos de aniquilar al adversario.
Habría que ver el significado del último jeroglífico, claro. Pero ahí me quedo corto 🙂 .
Volviendo a tu comentario. Por ahora me da la impresión de estar ante unos procedimientos de sanación.
Un tema que atrae muchísimo al público occidental. Creo, es mi opinión, que las prácticas orientales de sanación de todo tipo ocupan un lugar secundario en los conocimientos sobre el ser humano.
En general la salud, parece ser, siempre es un factor supeditado a otros aspectos de la vida del ser humano. La salud es lo que ayuda a hacer algo más importante que la salud en sí. No tiene un interés y peso propio, es un instrumento.
Pero en Occidente la salud se convierte en una obsesión, una especie de fetichismo. Y al mismo tiempo brilla por su ausencia. Sospecho que es el resultado de una potente comercialización de algo que trae beneficios astronómicos: la promesa de la salud.
Existen poderes económicos que promueven esta fijación con el único fin de lucrarse. Los grandes promotores lo hacen de una manera premeditada y a medida que vamos descendiendo hacia la base de esta pirámide gigantesca empieza a prevalecer una visión romántica pero igual de obsesionada.
Si nos vamos al taoísmo, por ejemplo, este le dedica mucho espacio y textos a la salud, la cosmovisión china es muy peculiar y sus aplicaciones al arte de sanar (acupuntura, chi kung) son difíciles de comprender para un occidental y con frecuencia se simplifican exagerando unos aspectos muy concretos en detrimento de otros que, entiendo, son mucho más importantes.
Por ejemplo el tema de la “energía” está superexplotado y para nada comprendido. Nos venden una versión muy cutre de un concepto sumamente complejo y difícil de comprender. Lo poco que ví de jin-shin-jyutsu tiene la misma tendencia. La famosa “energía” no es lo que nos parece o lo que nos suelen contar.
Si vamos al yoga, los textos de Hatha yoga están plagados de alusiones a efectos como “vencer a la muerte” (nada menos!), “conseguir salud”, etc. pero todo esto para liberarse de la rueda de renacimientos. Para dejar de ser un ser humano: no existen humanos que vencieron a la muerte, todos somos mortales. Hasta los maestros más grandes de yoga de los conocidos en los últimos 150 años. Yoga no es para estar simplemente sano.
Tengo que decir que está muy bien conocer y practicar estas cosas. Pero, curiosamente, donde más longevidad masiva se tiene es en Occidente (Japón incluido; a pesar de ser parte de Oriente es un país occidentalizado en muchos aspectos). En este Occidente contaminado, destructivo, venenoso, estresante, ansioso, obsesionado con “bienestar”, individualista y egoísta. :)))
El Oriente con todas sus técnicas y artes de sanación que merecen ser estudiadas y usadas, claro que sí, va muy lentamente por ese camino de aumento de la expectativa de vida que, por lo visto, se consigue con unos procedimientos puramente higiénicos.
Existe una tendencia de relacionar la salud con la longevidad y sin embargo, si observas, verás muy pocos maestros de artes sanatorias de edades muy avanzadas.
Insisto que está muy bien conocer y usar estas técnicas, más bien artes, para vivir mejor pero sin obsesionarse con ellas ni con la salud en sí.
Gracias una vez más por tus comentarios y por tu aportación.
Un gran abrazo! Namasté!
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